Para vos no tengo espalda
camino entre los vidrios que te vieron pasar
y pienso en cuál de todos te habrás mirado
recuerdo que quise arder y entregarte mis ojos
hermoso, vos dormías y se apagaba el mundo
pero quedaban los ruidos
esos monstruos afilados
por eso a veces cuando amanecíamos
descubrías en mí una lágrima seca
y éramos de oro
porque en vez de irte la besabas
nunca te asustó mi dolor
comprendiste a la perfección
los juegos y los silencios
me mostraste la terraza
de ese edificio en el que no vive nadie
y morimos en todas las habitaciones
ahora la deuda de lo prometido
no me deja escribir
me imagino llegando entre los autos
metiéndome por una rendija de tu persiana
proyectándome con ellos en el techo
es viernes
releí un mensaje tuyo que dice
no tardes, por fa
creo que no voy a poder dormir otra vez.
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